La Incubadora de Emprendimiento Social Agroecológico inició su actividad el pasado mes de agosto gracias a la suma de voluntades de administraciones públicas y entidades privadas sin ánimo de lucro.
El Cabildo Insular, el Ayuntamiento de Telde, la Fundación MAPFRE Guanarteme y la Asociación para el Desarrollo de la Economía Social y Comunitaria (ADESCO) aúnan esfuerzos para apoyar esta iniciativa, que sirve de incubadora para proyectos de emprendimiento social en el sector primario dirigidos a sensibilizar sobre el cultivo ecológico, la sostenibilidad medioambiental, la economía circular y la generación de oportunidades de inserción laboral para los segmentos de población más necesitados mediante la explotación ecológica de espacios agrícolas.
El alcalde del Ayuntamiento de Telde, Héctor Suárez; la directora de la Fundación MAPFRE Guanarteme, Esther Martel; Javier Aparici Gispert, presidente de ADESCO y Ángel Ramos, coordinador de proyectos de ADESCO, acompañados por la concejala de Agricultura, Auri Saavedra y Lidia Mejías, concejala de Desarrollo Local, realizaron esta mañana una visita guiada por los portavoces de los cinco proyectos de emprendimiento que se llevan a cabo actualmente en la Finca.
La puesta en marcha de la Incubadora de Emprendimiento Social Agroecológico ha sido posible gracias a la colaboración del Cabildo de Gran Canaria y del Ayuntamiento de Telde, que han puesto a disposición del proyecto un espacio de casi seis hectáreas ubicado en la Finca «El Viso», en la zona de Montaña Las Palmas en Telde. En este entorno se llevan a cabo desde el pasado mes de agosto 5 proyectos de emprendimiento social que desarrollan actividades orientadas a sensibilizar sobre el cultivo ecológico, la sostenibilidad medioambiental, la economía circular y la generación de oportunidades de inserción laboral para los segmentos de población más necesitados a través de la explotación ecológica de espacios agrícolas. El proyecto ofrece también actividades transversales orientadas a la alfabetización digital y la gestión de espacios agroecológicos en las que se puede participar en familia. Además, cuenta con un espacio de coworking para la gestión de los proyectos actuales y futuros que se generen dentro de la finca a partir de esta experiencia incubadora.
Se trata de un proyecto socio-económico innovador de consolidación de un modelo, replicable y escalable, de colaboración entre el sector público y entidades privadas sin ánimo de lucro en la recuperación del sector agrícola y la creación de empleo. Las dimensiones formativas, productivas, asistenciales, de distribución y de comercialización se retroalimentan en este proyecto que nace con la vocación de crear yacimientos de riqueza, a través del aprovechamiento de recursos económicos endógenos en desuso y priorizando el empleo y autoempleo como medios para afrontar la precarización de las condiciones socioeconómicas que, actualmente, afectan a la calidad de vida de un amplio sector de la ciudadanía.
La Finca «El Viso» se convierte en un espacio para la recuperación y reintroducción de variedades de hortalizas autóctonas y para la experimentación y la adaptación de las variedades seleccionadas a cultivos protegidos y en intemperie; en un aula de formación agroecológica y de emprendimiento cooperativo para personas en situación de vulnerabilidad social que quieran potenciar sus conocimientos sobre agricultura ecológica como salida laboral; donde acceder a una formación validada por la Consejería del Sector Primario y Soberanía Alimentaria y en un espacio abierto al cooperativismo de trabajo asociado y de servicios.
La gestión de la Incubadora está a cargo de la Asociación para el Desarrollo de la Economía Social y Comunitaria (ADESCO) y cuenta con la colaboración de expertos contratados para velar por la correcta capacitación y mentorización a lo largo de todo el itinerario de los 5 proyectos emprendedores, que se está llevando en tres fases. Una primera fase de formación y asesoramiento en habilidades para el emprendimiento social y del primer sector. Una segunda fase de diseño de acciones de intervención social y de sensibilización para el cultivo ecológico y el autoempleo en el sector primario para colectivos en situación de vulnerabilidad social o en riesgo de padecerla, que serán los beneficiarios finales del proyecto. Y una tercera y última fase, en la que se llevarán a cabo las actividades de difusión, sensibilización y formación diseñadas en la fase previa.
Héctor Suárez, alcalde del Ayuntamiento de Telde, apuntó durante su visita que: “este modelo de incubadora que se está desarrollando de forma pionera en la Finca El Viso es tremendamente interesante porque permite compatibilizar formación y empleo, pero por otra parte hace una fuerte apuesta por la economía circular y coloca un recurso municipal, como es esta finca, a disposición para que pueda convertirse en una fuente de generación de empleo y apoyo al sector primario”.
La directora de la Fundación MAPFRE Guanarteme, Esther Martel, resaltó durante su intervención que: “La incubadora está alineada con los objetivos de la Fundación: apoyo al emprendimiento, capacitación laboral para el empleo y la inclusión social. Unos objetivos que no se podrían cumplir sin la suma de voluntades de las entidades que están apostando por este proyecto y, por supuesto, por la colaboración del Cabildo Insular de Gran Canaria y el Ayuntamiento de Telde cediendo el espacio para poder llevarlo a cabo”.
Por su parte el presidente de ADESCO, Javier Aparici, destacó que: “ADESCO es un proyecto de economía inclusiva con búsqueda de rigor económico en sus actuaciones y con valores en la generación de puestos de trabajo”. También hizo hincapié en “que la colaboración con la Fundación MAPFRE Guanarteme es de alto interés porque les ha permitido poner en práctica modelos de emprendimiento a una profundidad y con un alcance que por sus propios medios no hubiese sido posible”.
El equipo humano detrás de estos cinco proyectos emprendedores
La Finca acoge actualmente 5 proyectos de emprendimiento que cohabitan para aprovechar al máximo esta experiencia y las sinergias que se generan en el día a día dentro de la Incubadora.
Luis Marcial Sánchez Rodríguez y Linda Linares Azocar, miembros de la Asociación Sociocultural EmPaDe, son los responsables de PUNTAZO, un proyecto que tiene como objetivo fundamental dar a conocer a la población en general, y especialmente a los más jóvenes, la oferta de recursos y servicios existente tanto en el ámbito municipal como en el nacional y europeo a través de una Guía de recursos digital. Ambos son técnicos en Animación Sociocultural y Turística, especializados en Información Juvenil y, sobre todo, personas con vocación de servicio a la sociedad.
El concepto de medio ambiente ha estado asociado casi siempre de manera exclusiva a los sistemas naturales, a la protección y a la conservación de los ecosistemas, vistos como las relaciones únicas entre los factores bióticos y abióticos, sin que medie un análisis o una reflexión sobre la incidencia de los aspectos socioculturales, políticos y económicos en la dinámica de dichos sistemas naturales. El proyecto EDUKAMBIENTE, con Luciana Tutino al frente, se vuelca en la dinamización de la Finca y la sensibilización hacia este ecosistema de las personas que viven en un lugar como Gran Canaria, que es un pequeño continente en miniatura donde andar y respirar. Una isla diferente a cualquier otra que ofrece la mejor oportunidad para disfrutar de la diversidad de su variada naturaleza.
ECOHUARE es otro de los proyectos de esta incubadora. Al frente del mismo se encuentran la bióloga y horticultora en ecológico Cristina Malvárez y Luis Ali Betancor, agricultor profesional en ecológico. Ambos se han volcado en este proyecto de restauración medioambiental a través de la Agricultura Regenerativa, implementando y manejando un modelo de Sistema Agroforestal Dinámico en espacios degradados o abandonados. Un sistema productivo que funciona no solo como un recurso de autoabastecimiento alimentario, sino como una forma de regenerar el suelo y de conseguir una mayor diversidad biológica en los diferentes estratos: arbóreo, arbustivo y herbáceo, que conecte con otros espacios del entorno más próximo.
Dácil Rodríguez Rondón, Alicia Sánchez Moreno, Rubén Peguero i Oliva y Núria Maresma Pacheco son los creadores de MADAY, un proyecto que nace con una clara vocación social: la de contribuir a que familias en situación de vulnerabilidad social o en riesgo de padecerla puedan afrontar y superar esa situación. El proyecto se vertebra sobre tres ejes fundamentales: la creación de un espacio agrosocial recuperando terrenos mediante su cultivo con técnicas y métodos responsables con el medioambiente para que recobren así el valor ecológico y productivo; el desarrollo de talleres formativos enfocados a la realización de actividades prácticas y útiles que promuevan la soberanía alimentaria (como el consumo responsable y de Km0), la soberanía energética, la economía circular, el cuidado del medioambiente y la agricultura sostenible y de autoconsumo; y la gestión del excedente alimentario, ya sea de tiendas o productores, para redistribuirlo entre personas en situación de vulnerabilidad social, evitando al mismo tiempo su desecho y contribuyendo al cuidando el medioambiente.
Este tándem de emprendedores y emprendedoras lo completa Luisa Alemán, que con su proyecto ALFA DIGITAL proporciona, por un lado, una formación y soporte transversal al resto de proyectos participantes prestándoles el apoyo necesario en el uso de herramientas digitales para la comunicación efectiva de sus proyectos y por otro, ofrece a todas aquellas personas interesadas la oportunidad de hacer su incursión en el aprendizaje y uso de las herramientas digitales y obtener los conocimientos necesarios para manejarse autónomamente en un entorno digital. Sin duda, un entorno cuyo conocimiento e importancia se ha hecho vital en la actualidad.